Debido a la importancia de la vida silvestre y su influencia en los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, etc. de las personas, el 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de marzo para festejarla.
La celebración también crea conciencia acerca de la multitud de beneficios que estas formas de vida tienen para la humanidad y recuerda la necesidad urgente de combatir los delitos contra el medio ambiente.
Eso pasa mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) dan alarmantes cifras sobre la extinción de la flora y la fauna en la actualidad y la “aniquilación biológica” de la fauna.
“Cada vez que perdemos una especie rompemos una cadena de la vida que ha evolucionado durante 3500 millones de años”, lamenta Jeffrey McNeely, científico de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés).
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