“La organización recibe el premio por su trabajo para llamar la atención sobre las consecuencias humanitarias catastróficas del uso de armas nucleares y por sus esfuerzos pioneros para lograr un tratado de prohibición de esas armas”, ha manifestado la presidente del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen.
Reiss-Andersen ha hecho estas declaraciones en Oslo, capital noruega, tras anunciar este viernes como ganadora del Premio Nobel de la Paz de 2017 a ICAN.
El comité ha instado a las potencias nucleares que se pongan de acuerdo de una vez por todas y conduzcan sus negociaciones de forma seria con el fin de eliminar las armas nucleares. “Vivimos en un planeta donde el riesgo nuclear es tremendo (...) junto a la constante amenaza que sufre la humanidad por parte de Corea del Norte”, alerta.
La ICAN, una coalición mundial de oenegés, impulsó un tratado histórico de prohibición de las armas nucleares que fue adoptado por 122 países, aunque su alcance es sobre todo simbólico, dada la ausencia de las nueve potencias nucleares entre los firmantes.
La organización recibe el premio por su trabajo para llamar la atención sobre las consecuencias humanitarias catastróficas del uso de armas nucleares y por sus esfuerzos pioneros para lograr un tratado de prohibición de esas armas”, informa la presidente del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen.
BREAKING NEWS The 2017 Nobel Peace Prize is awarded to the International Campaign to Abolish Nuclear Weapons (ICAN) @nuclearban #NobelPrize pic.twitter.com/I5PUiQfFzs
— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 6, 2017
Más de 70 años después de las bombas atómicas estadounidenses lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, este galardón coincide con un momento de plena escalada de tensión nuclear, ya que a escasas dos semanas, Corea del Norte subrayó su intención de acelerar su programa nuclear tras las últimas sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
La ICAN, fundada en 2007 en Viena, capital austriaca, durante una conferencia internacional sobre el tratado de no Proliferación (TNP), tiene su sede en Ginebra (Suiza),en las instalaciones del Consejo Ecuménico de las Iglesias, otra organización internacional.
La organización, que cuenta con un presupuesto anual de 1,2 millones de francos suizos (1,2 millones de dólares), funciona gracias a las ayudas financieras aportadas por varios gobiernos, como los de Noruega, Suiza, Holanda, Alemania o la Santa Sede (el Vaticano), así como por donantes privados, la Unión Europea (UE) y otras fundaciones.
La ICAN recibirá el premio que consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque de nueve millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares) durante una ceremonia que se celebrará en Oslo el 10 de diciembre.
Tras el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, premiado el año pasado por sus esfuerzos para devolver la paz a Colombia, mediante los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), este año la lucha antinuclear recibe el galardón, sólo un día después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump advirtiera que estudia romper el acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, El Reino Unido, Rusia, China, más Alemania) en julio de 2015.
En este contexto, entre los favoritos a recibir el referido premio se barajaba los nombres de principales negociadores del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), es decir, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, y la jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini, además de papa Francisco.
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