Una investigación realizada por el Centro Nacional para la Biotecnología de EE.UU., publicada recientemente, ha desvelado que las piezas dentales contienen células madre que, por haber estado menos expuestas a daños medioambientales, pueden ser de gran ayuda para regenerar otras partes del cuerpo dañadas y sin riesgo de rechazo.
Bajo el reclamo “Guarda un diente, salva una vida”, en Estados Unidos han comenzado a proliferar los bancos de dientes de leche y desde allí se están extendiendo al resto del mundo.
Esto se debe a que los dientes son una valiosa fuente de células madre, las que se encargan de dar origen a los tejidos y órganos como el hígado, el corazón, los huesos o los ligamentos. Es lo que se conoce como medicina regenerativa.
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