De hecho, la investigación, llevada a cabo por la Universidad de Leipzig (Sajonia, Alemania) y publicada el miércoles en European Heart Journal, señala que correr, nadar, montar en bicicleta o el esquí de travesía hacen que se viva más en comparación con los ejercicios que implican el entrenamiento de fuerza con pesas.
Al detallar el nuevo descubrimiento, el estudio señala que los entrenamientos de aguante y por intervalos de alta intensidad retardan y hasta revierten el envejecimiento celular, un hecho que no se observó en los entrenamientos de resistencia.
Durante la investigación, dirigida por Ulrich Laufs, 266 jóvenes sanos e inactivos fueron distribuidos en cuatro colectivos durante seis meses: entrenamiento de aguante, con intervalos de alta intensidad, de resistencia y un estilo de vida sin cambios, que servía como grupo de control.
Los voluntarios que realizaron entrenamiento de aguante y de alta intensidad aumentaron la actividad de la telomerasa y la longitud de los telómeros (…), (mientras que) el entrenamiento de resistencia no ejerció estos efectos”, detalla Ulrich Laufs, autor principal de la investigación sobre los ejercicios que ayudarán a prolongar la vida.
“Los voluntarios que realizaron entrenamiento de aguante y de alta intensidad aumentaron la actividad de la telomerasa y la longitud de los telómeros (…), (mientras que) el entrenamiento de resistencia no ejerció estos efectos”, detalla Laufs.
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