• Autismo en niños.
Publicada: martes, 10 de octubre de 2017 2:26

Un nuevo hallazgo evidencia que los mecanismos cerebrales subyacentes comunes pueden ser responsables de los rasgos autistas.

Anomalías estructurales en la materia blanca del cerebro coinciden con la severidad de los síntomas autistas no sólo en los niños con trastorno del espectro autista (TEA), sino también, en cierta medida, en aquellos con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que también tienen rasgos autistas.

Este es el hallazgo de un nuevo estudio, publicado en ‘JAMA Psychiatry’, y que recoge este martes Europa Press, destaca evidencia que apoya la teoría de que los mecanismos cerebrales subyacentes comunes pueden ser responsables de los rasgos autistas observados en ambos diagnósticos.

Dirigido por investigadores del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, el nuevo estudio se centró en la materia blanca, haces de nervios que transmiten información entre regiones cerebrales.

Los investigadores analizaron imágenes digitales de los cerebros de 174 niños: 69 con diagnóstico de TEA; 55 con diagnóstico de TDAH; y 50 niños con desarrollo normal. Todos recibieron atención como pacientes ambulatorios en el Centro de Estudios Infantiles, parte del Hospital de Niños Hassenfeld en NYU Langone. La mayoría de los participantes eran varones, lo que refleja su mayor prevalencia de TEA y TDAH.

Además de los análisis categóricos tradicionales --examinando y comparando grupos dentro de su diagnóstico definido-- el equipo realizó análisis dimensionales, buscando datos a través de los grupos de diagnóstico. Esto proporcionó una imagen más completa de las asociaciones entre los síntomas del trastorno cerebral y la estructura de la materia blanca. Para el análisis dimensional se usaron formularios que completaron los padres sobre los comportamientos y síntomas del niño.

 

Estudios anteriores de imagen han encontrado estructura de la materia blanca anormal en los niños con TEA y TDAH en comparación con los cerebros típicamente en desarrollo, pero el trabajo actual es el primero en evaluar simultáneamente el TEA y el TDAH en la misma muestra dimensionalmente, según los autores.

Los investigadores utilizaron imágenes de tensor de difusión (DTI, por sus siglas en inlgés), un tipo de resonancia magnética que rastrea la difusión de moléculas de agua en el cerebro. Este proceso de difusión se ve afectado por la densidad, el diámetro y la mielinización de las fibras que reflejan la integridad de la sustancia blanca, esencial para la comunicación rápida y eficiente de los pulsos nerviosos.

Al comparar la gravedad de los síntomas de TEA, independientemente del diagnóstico, con las imágenes cerebrales, los investigadores pudieron ver más claramente las relaciones entre el cerebro y el comportamiento. Concluyeron que cuanto más severos son los rasgos autistas del individuo, menor es la integridad de la sustancia blanca en las áreas afectadas del cerebro.

Los investigadores enfatizan que, aunque se han hecho avances significativos a través de este análisis, se necesitan más estudios a largo plazo para confirmar si realmente existen vías de desarrollo comunes entre los dos trastornos.

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