Al dirigirse el miércoles al Consejo de la Federación, la cámara alta del Parlamento de Rusia, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha reafirmado que Moscú no tiene intención de entrar en guerra con Europa.
“Pero responderemos a cualquier paso hostil, incluido el despliegue de contingentes militares europeos en Ucrania y la expropiación de activos rusos. Y ya estamos preparados para esta respuesta”, ha matizado Lavrov en la reunión legislativa para abordar cuestiones de la política exterior del país.
Según el canciller ruso, el presidente de EE.UU., Donald Trump, es el único de los líderes occidentales que entiende las causas verdaderas que “hicieron inevitable la guerra en Ucrania”, entre las que ha mencionado “las acciones hostiles contra Rusia que Occidente y el predecesor de Trump, Joe Biden, junto con sus secuaces europeos, estuvieron gestando durante muchos años”.
Ha expresado el agradecimiento de Rusia por el compromiso de Trump con el diálogo para resolver la guerra por medios diplomáticos, pero señaló que el presidente estadounidense “no solo no tiene prisa por levantar, sino que de hecho está aumentando” las sanciones contra Moscú.
Lavrov, no obstante, ha cargado contra los países europeos acusándolos de “frenar artificialmente” las negociaciones de paz, sosteniendo que Occidente “no está unido” en la cuestión de un acuerdo en Ucrania.
Europa ha reiterado sus promesas de firme apoyo a Ucrania, tanto dentro como fuera del campo de batalla, en un intento de reforzar la posición negociadora del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Zelenski se reunió el lunes con líderes europeos en Londres para discutir “temas delicados” relacionados con las conversaciones de paz impulsadas por Estados Unidos, que se han estancado debido a posiciones encontradas sobre cómo poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia.
Según un informe del sitio web de noticias Axios, citando a dos funcionarios de Kiev, Zelenski enfrenta una “creciente presión” de Washington para que acepte la nueva edición de un acuerdo de paz que involucra la cesión de toda la región de Donbás por parte de Ucrania a cambio de fuertes garantías de seguridad de EE.UU. para prevenir futuras operaciones militares rusas.
A su vez, Moscú sostiene que está abierto a negociaciones auténticas, pero insiste en que cualquier acuerdo tiene que abordar las preocupaciones de seguridad que llevaron a su operación militar de 2022 en Ucrania, que se lanzó después de que Kiev no implementara los acuerdos de Minsk anteriores y continuara buscando la integración a la OTAN.
tqi/ncl
