Vladímir Putin exigió el viernes que Ucrania se retire de las regiones de Donetsk y Luhansk, dos provincias del este ucraniano que conforman el Donbás, como condición sine qua non para lograr la paz. Incluso, le dijo al presidente estadounidense, Donald Trump, que podría congelar el resto de la línea del frente, si se cumplían sus principales demandas, según confirmaron cuatro fuentes con conocimiento directo de las conversaciones.
Trump y Putin se reunieron en Alaska el 15 de agosto para discutir el fin de la guerra en Ucrania, lo que, según Trump, implicaría un intercambio de territorios.
En el encuentro, Putin se comprometió a ordenar la detención inmediata de la ofensiva en los frentes de Zaporiyia y Jersón, en el sur del país y no lanzaría más ataques, si las tropas ucranianas abandonan Donetsk y Luhansk, informan Financial Times, la cadena estadounidense NBC y la agencia Bloomberg.
Putin dejó en claro que no había abandonado sus demandas de “resolver las causas fundamentales” del conflicto.
Trump luego comunicó ese mensaje al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski y a los líderes europeos, en una llamada el sábado, durante la cual, les instó a abandonar los esfuerzos para asegurar un alto el fuego desde Moscú.
Las fuerzas rusas controlan aproximadamente el 70 % de Donetsk, pero su cadena de ciudades más occidental permanece bajo control ucraniano y es crucial para su operación militar y sus defensas en el frente oriental.
Fuentes cercanas a Zelenski expresaron que no estaría de acuerdo en entregar Donetsk, pero que estaría abierto a discutir el tema del territorio con Trump en Washington, donde se espera que se reúnan el lunes.
El viernes, tras tres horas de diálogo, la cumbre entre el presidente de EE.UU.y su par ruso sobre Ucrania concluyó sin anunciarse ningún convenio, aunque “se acordaron muchos puntos”
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