“Lo que ha sucedido y está sucediendo es un castigo colectivo, prohibido por el derecho internacional humanitario”, señaló el martes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
Estos comentarios se producen luego de que varios países, entre ellos Estados Unidos, anunciaron la suspensión temporal de la financiación a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés), debido a las acusaciones de Israel basadas en que parte de su personal estuvo involucrado en la operación relámpago palestino Tormenta de Al-Aqsa del pasado 7 de octubre.
Una investigación sobre las acusaciones de que el personal de la UNRWA estuvo involucrado en el ataque del 7 de octubre no debería ser reemplazada por un “castigo colectivo” de la agencia y del pueblo de Gaza, dijo Lavrov.
“Si se lleva a cabo esa investigación, entonces se establecerán los hechos”, afirmó el canciller ruso, para luego añadir que “si la investigación es reemplazada por un castigo colectivo” se trata de una “decisión equivocada”.
Estos últimos días, a la catastrófica situación que viven los palestinos se suma la suspensión de fondos de países occidentales que alegan vínculos entre UNRWA y los grupos de Resistencia. La comunidad internacional alza la voz contra la postura, considerando el paso como una complicidad con la guerra genocida de Israel en la asediada Franja de Gaza.
La campaña genocida ha dejado más de 26 750 personas muertas desde principios de octubre. Decenas de miles también han resultado heridos.
eaz/mrg
