Merkel reclamó el miércoles que tiene pruebas “contundentes” de que los hackers rusos tuvieron por objetivo la Cámara de diputados y la Cancillería en lo que ella denominó “escandalosos” intentos de espionaje en 2015.
“Han pasado cinco años pero no se ha suministrado ningún hecho concreto (que apoye la tesis de un pirateo ruso, ndlr) […] No hay hechos que demuestren algo contra Rusia”, ha afirmado este viernes el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
Las declaraciones de Merkel surgieron a consecuencia de las noticias publicadas la semana pasada por el diario alemán Der Spiegel, en el que se indica que la inteligencia militar rusa había obtenido correos electrónicos de la oficina parlamentaria de Merkel en 2015.
El servicio de inteligencia alemán ha acusado en reiteradas ocasiones a los piratas informáticos rusos de espiar a los legisladores o a los principales políticos de su país.
El Gobierno francés atribuyó, en mayo de 2015, a un grupo de ‘hackers’ rusos, conocido como Fancy Bear (APT 28), un ataque cibernético detectado contra el sistema informático del Parlamento alemán (Bundestag), revelado a raíz de ciertas anomalías en su funcionamiento y presuntos intentos de desconocidos por penetrar en su base de datos. Al mismo tiempo, reclamaron que los piratas informáticos se hicieron con datos personales en un servicio de mensajes de la canciller.
Además, Berlín alegó en 2018 que el APT 28 se infiltró con éxito en las redes de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa de Alemania y consiguió sustraer datos de ambas Carteras durante un año.
Moscú siempre ha calificado de “infundadas” las acusaciones alemanas y ha negado repetidamente cualquier implicación en el ataque de piratería informática de 2015 al Parlamento alemán y otros casos de injerencia que le atribuyen por supuestos ciberataques a otras naciones e instituciones occidentales.
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