Los diplomáticos rusos calificaron el viernes como un “bulo” el artículo suscrito por Paul Sonne para el periódico The Washington Post titulado “Alto funcionario de inteligencia militar de EE.UU. dice que Rusia ‘probablemente’ no se adhiera a la prohibición de pruebas nucleares”.
“Genera indignación, también, la afirmación de P. Sonne de que ‘Washington y Moscú negocian el futuro del acuerdo Nuevo START [Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, que expira en 2021]’. No sabemos nada sobre esos contactos”, declararon desde la representación diplomática.
Asimismo, los funcionarios destacaron que lamentablemente desde que en su día el presidente ruso, Vladímir Putin, le propusiera a su par estadounidense, Donald Trump, estudiar la posibilidad de prolongar el Nuevo START más allá del año 2021, Moscú no ha recibido contestación alguna a su propuesta.
Genera indignación, también, la afirmación de P. Sonne de que ‘Washington y Moscú negocian el futuro del acuerdo Nuevo START [Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, que expira en 2021]’. No sabemos nada sobre esos contactos”, lamentan desde la representación diplomática rusa en EE.UU.
The Washington Post centra sus afirmaciones en palabras del director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE.UU., Robert P. Ashley Jr., que sugirió la posibilidad de que Rusia no se adhiera a la moratoria de las pruebas nucleares, y en las de Tim Morrison, director para Armas de Destrucción Masiva en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca —quien sostuvo que el Kremlin ha tomado medidas para mejorar las capacidades de sus armas nucleares, en contraposición al Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés) firmado en 1996—.
Otra observación de Morrison recogida en el citado artículo que motivó el malestar entre los funcionarios rusos aseguraba que no hay que dar por hecho que los rusos estén interesados en extender el tratado Nuevo START, ya que les preocupa que EE.UU. no cumpla plenamente con el acuerdo existente.
En respuesta a dichas declaraciones de Morrison, los empleados de la delegación objetaron a que Rusia no le interesa la prolongación del acuerdo y recordaron otras palabras suyas acerca de que la Administración de Trump tomaría una decisión sobre la posible prórroga del acuerdo Nuevo START no antes de 2020.
Entre tanto, en febrero, EE.UU. anunció su retirada del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), suscrito en 1987 con la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) tras acusar a Moscú de violar los términos del mismo.
De acuerdo con Rusia, EE.UU. estaba encubriendo las violaciones que realiza al tratado de desarme de 1987, al acusar a Rusia de incumplirlo. Al respecto, Moscú reveló que Estados Unidos ya en 2017 comenzó el desarrollo de misiles de corto y medio alcance, prohibidos por el tratado de misiles INF.
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