“El ataque del 24 de noviembre a los residentes de la parte occidental de Alepo con sustancias químicas tóxicas, presumiblemente cloro, fue una flagrante violación del alto el fuego”, ha declarado Putin al margen de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Buenos Aires (capital argentina).
Los terroristas opuestos a Damasco, ha señalado el mandatario, siguen atacando tanto al Ejército del país como zonas residenciales, dejando “decenas de sirios heridos, incluidos niños”.
Putin ha indicado que los “crímenes de esos terroristas no deben quedar impunes o, de lo contrario, replicarán sus payasadas”.
El pasado domingo, al menos 107 personas, mujeres y niños incluidos, resultaron intoxicadas en un ataque de grupos armados con misiles cargados de gas cloro a áreas residenciales de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria.
El ataque del 24 de noviembre a los residentes de la parte occidental de Alepo con sustancias químicas tóxicas, presumiblemente cloro, fue una flagrante violación del alto el fuego”, ha declarado el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Rusia ha presentado además informes que indican que el ataque se lanzó desde las afueras de la ciudad de Al-Buraikat, en la provincia de Idlib (noroeste), controlada por el grupo terrorista Frente Al-Nusra (ahora denominado Frente Fath Al-Sham).
Antes del incidente, medios sirios habían informado de que un grupo de especialistas franceses se disponía a modificar los misiles del Frente Al-Nusra como parte de los preparativos para un ataque químico.
El Gobierno sirio ha responsabilizado a los “Estados patrocinadores del terrorismo” del ataque tóxico y exigido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que castigue a los responsables.
Tanto las autoridades sirias como las rusas habían advertido en reiteradas ocasiones de que los cascos blancos estaban preparando una provocación con agentes químicos para después acusar de la misma al Gobierno sirio.
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