“No buscamos a toda costa una simetría absoluta, ni nos vamos a perjudicar a nosotros mismos. Responderemos cuando nuestro presidente y nuestro Gobierno, al evaluar el conjunto de los factores, estimen que es el momento de hacerlo, si es que llegan a esa conclusión”, dice Riabkov en una entrevista con el diario Izvestia, citado este lunes por la agencia gubernamental Sputnik.
Entre las respuestas que baraja Moscú, el viceministro señala en la entrevista una posible ampliación de la lista de personas de EE.UU. o relacionadas con el país norteamericano sancionadas por Rusia, o bien un nuevo recorte del personal de las misiones diplomáticas estadounidenses en su territorio.
De hecho, Moscú ya expulsó a 755 diplomáticos norteamericanos en julio del año pasado, en reacción a una nueva tanda de embargos aprobada antes por el Congreso de Estados Unidos contra Rusia, Irán y Corea del Norte.
No buscamos a toda costa una simetría absoluta, ni nos vamos a perjudicar a nosotros mismos. Responderemos cuando nuestro presidente y nuestro Gobierno, al evaluar el conjunto de los factores, estimen que es el momento de hacerlo, si es que llegan a esa conclusión”, dice el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.
Otra medida ya adoptada por el Gobierno ruso, indica Riabkov, es la suspensión de tres acuerdos sobre cuestiones relacionadas con la energía atómica. Además, el Kremlin sigue teniendo a su disposición otras medidas, no especificadas por el alto funcionario, cuya aplicación “se materializaría mediante una decisión política especial que se tomaría teniendo en cuenta el conjunto de las circunstancias”.
Si bien el vicecanciller no hace alusión a esa posibilidad, la revista estadounidense The Atlantic citaba el pasado miércoles “fuentes cercanas al Ministro de Exteriores ruso” que señalaban la posibilidad de reaccionar a la lista estadounidense con un incremento de la cooperación militar con Irán y con Corea del Norte.
El “informe sobre el Kremlin” del Congreso de EE.UU., publicado en la noche del 29 al 30 de enero, contiene un repertorio de nombres de 114 altos responsables políticos y 96 destacados empresarios a los que Washington considera susceptibles de someter a embargo en el futuro.
Según el Departamento del Tesoro, anexo al informe hay también un documento clasificado en el que podrían estar señalados individuos ausentes de la lista pública, entre cargos políticos de rango inferior y capitalistas con fortunas no superiores a los mil millones de dólares.
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