"Estamos desarrollando armas hipersónicas en paralelo con Estados Unidos, creando nuestro propio sistema [de misiles]”, ha subrayado este jueves el vice primer ministro ruso, Dmitri Rogozin, encargado de la industria de defensa del país, según recoge la agencia rusa TASS.
El funcionario se ha mostrado satisfecho con el ritmo del progreso del avanzado misil hipersónico Tsirkon. "Estos trabajos están en pleno funcionamiento, ya que las armas hipersónicas representan una nueva generación de misiles, capaces de suprimir con garantías los sistemas de defensa antimisiles. Estamos desarrollando tanto armas como contramedidas hipersónicas", ha afirmado.
Estamos desarrollando armas hipersónicas en paralelo con Estados Unidos, creando nuestro propio sistema [de misiles]”, ha subrayado el vice primer ministro ruso, Dmitri Rogozin.
Tsirkon, un prometedor misil ruso de crucero hipersónico de lanzamiento en mar, fue sometido a pruebas por primera vez en otoño de 2015 y las previsiones más optimistas esperan que sus posteriores ensayos duren unos cinco años.
El pasado 15 de abril, la agencia oficial rusa TASS informó que este misil, la novedad más esperada de la Armada rusa, puede volar a una velocidad ocho veces superior a la velocidad del sonido.
Expertos militares bautizan el Tsirkon, originalmente un misil antibuque, como el “asesino de portaaviones”, y dicen que este armamento ruso “siempre ha sido objeto de preocupación de EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ya que no disponen de una respuesta adecuada”, según Ivan Konovalov, experto militar y director del Centro de Coyuntura Estratégica de Rusia.
De acuerdo con las autoridades rusas, existen posibilidades de que el Tsirkon —que será producido en masa en 2018— tenga una versión aérea que iría en los bombarderos Tupolev Tu-160 y el nuevo bombardero estratégico furtivo Tupolev PAK-DA, una combinación que supondría una peligrosa amenaza para EE.UU. y sus aliados de la OTAN.
ftm/ktg/myd/nal