En la Comuna de Paine, al sur de Santiago (la capital) se promovió la reforma agraria durante el Gobierno de Salvador Allende. Tras el golpe de Estado de 1973, cayó sobre los campesinos la venganza de los terratenientes.
En Paine se registran 70 campesinos ejecutados o desaparecidos. Cada año se les rinde homenaje en su sitio de muerte. Todos conocen a los asesinos.
No se conoce el número real de campesinos asesinados.
Estas son ceremonias que adquieren nueva significación a raíz de los descubrimientos de la gran conspiración cívico-militar que llevó al golpe de Estado de 1973.
En un libro reciente aparece involucrada la familia de un militar alemán nazi fugado a Chile. Un hijo y un nieto son hoy diputados en el Congreso.
La mira de investigación se extiende hoy a los grupos económicos detrás de la represión.
Alejandro Kirk, Santiago.
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