Egipto batalla desde 2011 por integrar en las arcas del Estado el dinero que Hosni Mubarak tiene congelado en varias cuentas en Suiza.
Las autoridades del país europeo dejaron las investigaciones en suspenso culpando a El Cairo de falta de colaboración. Ahora las pesquisas, que afectan también al círculo del exdictador, se han reactivado.
Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Gamal, fueron condenados por la Justicia egipcia a tres años de prisión por destinar millones de dólares de fondos públicos a renovar sus residencias privadas.
El derrocado faraón y sus vástagos se han librado, sin embargo, de otros cargos relacionados con delitos económicos. Mubarak reposa hasta la fecha en un hospital militar y sus hijos se hallan en libertad.
No se ha revelado como una prioridad del poder actual hacer que los corruptos del régimen paguen por sus crímenes con la cárcel.
Condenado en ausencia a 7 años por blanqueo de capitales, el magnate nacionalizado español Husein Salem ha llegado a un acuerdo judicial por el que renunciará al 75 % de su patrimonio declarado en Egipto para retornar a su país de origen sin ser arrestado.
Investigaciones paralelas apuntan a que el pacto con Salem computaría únicamente el 20 % del patrimonio del empresario, quien mantendría el resto de sus activos en el extranjero.
Ministros y personajes vinculados al régimen de Mubarak han desfilado por los tribunales en múltiples casos. Cada vez más alejados de los focos, los procesos se han ido saldando mayoritariamente con la absolución de los acusados.
Rocío López, El Cairo.
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