Según el informe de la Asociación Habilian, una ONG que representa a las familias de las víctimas iraníes del terrorismo, entre los muertos había 98 iraníes y dos extranjeros, casi todos hombres. 84 murieron dentro de Irán y 16 en el extranjero.
El informe, que documenta los ataques de varios grupos contra Irán y sus ciudadanos en el país y en el extranjero, identifica al grupo terrorista autodenominado Yeish al-Adl [más conocido en Irán como Jaish al-Zolm], con base en Pakistán, como el perpetrador más letal, responsable de 27 ataques en el sudeste de Irán.
El régimen israelí ocupó el segundo lugar con nueve ataques, con el asesinato de 15 asesores militares iraníes en ataques terroristas en Siria.
En términos de distribución geográfica, de los 52 incidentes terroristas registrados en todo el país persa, 36 ocurrieron en la provincia de Sistán y Baluchistán, un aumento del 80 por ciento en comparación con el año anterior.
En cambio, el oeste y el noroeste de Irán se mantuvieron relativamente tranquilos en 2024, una tendencia que el informe atribuye a los ataques militares iraníes contra posiciones antiraníes en la región del Kurdistán iraquí y a un acuerdo de seguridad firmado con Bagdad.
Sistán y Baluchistán, provincia fronteriza con Afganistán y Pakistán, ha sido escenario de numerosos atentados terroristas dirigidos tanto contra civiles como contra fuerzas de seguridad en los últimos años.
El grupo terrorista Yeish Al-Adl se ha atribuido la responsabilidad de numerosos ataques en Sistán y Baluchistán, utilizando tácticas como el secuestro de guardias fronterizos y ataques contra civiles y comisarías de policía con el objetivo de sembrar el caos y el desorden entre la nación iraní.
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