En una llamada telefónica sostenida la tarde del martes con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, el canciller iraní primero abordó la catastrófica situación humanitaria provocada por el continuo genocidio que perpetra Israel en Gaza y su agresión en el Líbano, y pidió a Guterres que utilizara todas las capacidades de la organización internacional para detener los crímenes y agresiones del régimen israelí y enviar ayudas humanitarias a los palestinos y libaneses.
En otro momento de la conversación, Araqchi reiteró la posición de la República Islámica respecto a la importancia de mantener la paz y la estabilidad en la región, y puso de relieve que Irán, si bien hace todos los esfuerzos posibles para proteger la seguridad de la zona, está plenamente preparada para una respuesta decisiva y lamentable a cualquier aventurismo del régimen israelí.
“La responsabilidad de las consecuencias de la expansión de la inseguridad en la región recaerá sobre el régimen y su principal patrocinado, el Gobierno de Estados Unidos”, apuntó Araqchi.
Guterres, por su parte, expresó su preocupación por el aumento de las tensiones en la región tras los continuos ataques de Israel contra Gaza y el Líbano, e instó a una solución política para poner fin a la guerra mientras subrayó la necesidad de proporcionar ayuda a las víctimas y desplazados de la guerra en Gaza y el Líbano.
Asimismo, enfatizó la importancia de proteger la soberanía del Líbano y la presencia de las fuerzas de mantenimiento de la paz de esta organización en el sur del Líbano a pesar de las amenazas que existen a su contra.
El 1 de octubre, Irán lanzó decenas de misiles hacia las bases militares y de inteligencia del régimen de Israel en una operación de represalia denominada “Verdadera Promesa II” en represalia por los asesinatos del líder político de HAMAS, Ismail Haniya; el secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, y el comandante del CGRI, el general de brigada Abás Nilforushan.
El régimen israelí ha prometido responder al ataque iraní, y algunos funcionarios sionistas han pedido ataques a las instalaciones de energía nuclear, los campos petrolíferos y otras infraestructuras científicas y económicas de Irán.
Las autoridades iraníes, a su vez, han dejado claro que cualquier nueva agresión israelí será recibida con una respuesta aún más dura y contundente, e implicaría un ataque a los centros económicos de Israel.
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