“Ofrecer interpretaciones no jurídicas de este incidente en la prensa no es una acción constructiva en el seguimiento legal y judicial del caso”, ha dicho este domingo el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, en reacción a una acusación hecha por el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, que vinculaba a Teherán con el asalto.
En declaraciones a los periodistas al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich el sábado, el jefe de Estado azerbaiyano alegó, sin presentar prueba alguna, que “entidades relacionadas con el Gobierno iraní” estuvieron detrás del ataque armado.
Aliyev hizo hincapié en que “la normalización de las relaciones con Irán depende de una investigación transparente que lleve a los perpetradores [del ataque] ante la justicia”.
En su primera reacción a las afirmaciones del presidente azerbaiyano, Kanani ha instado a las autoridades del país vecino a “evitar cualquier prejuicio y acciones y comentarios que politicen” el incidente.
Ha dejado en claro que el caso se encuentra en proceso judicial y ha señalado que lo que se ha hecho público al respecto se basa en la confesión explícita del agresor. “Naturalmente, todas las dimensiones de este amargo incidente están siendo investigadas y estudiadas con precisión”, enfatiza.
La República Islámica, agrega Kanani, lo ha dicho una y otra vez que está dispuesta a proporcionar los resultados de la pesquisa a la parte azerbaiyana. “Estamos seguros de que las autoridades de la República de Azerbaiyán recibirán las respuestas necesarias a todas las ambigüedades y preguntas en su mente en un ambiente de cooperación y con la adopción de enfoques constructivos”, ha concluido el vocero persa.
El ataque se produjo en la mañana del 27 de enero cuando un hombre asaltó con un rifle la legación de Azerbaiyán en Teherán por motivos personales y mató a tiros a un guardia de seguridad e hirió a otros dos.
El autor del ataque, un ciudadano iraní casado con una mujer azerbaiyana, afirmó en una entrevista con la Organización de Radio y Televisión de la República Islámica de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés) que atacó la embajada azerbaiyana para “salvar a su esposa” que, a su juicio, “estaba detenida en la embajada desde hace nueve meses”.
A pesar de la cooperación entre las agencias de seguridad de Irán y Azerbaiyán para arrojar luz sobre un día después del ataque y también emitió un aviso de viaje sobre Irán.
Sin embargo, las relaciones entre los dos países no se han interrumpido y la embajada iraní en Bakú sigue funcionando.
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