“A pesar de las relaciones excelentes entre los dos países, la República Islámica de Irán no espera verse amenazada por la región de Kurdistán iraquí, y el Gobierno central [de Irak] es responsable de estas acciones”, ha dicho Amir Abdolahian a su homólogo iraquí, Foad Husein, en una conversación telefónica mantenida este lunes.
En este contexto, el jefe de la Diplomacia persa ha calificado la seguridad como un elemento clave tanto a nivel regional como en las relaciones bilaterales, y enfatizado la necesidad de adherirse a los resultados de las conversaciones de seguridad para garantizar la seguridad común.
Asimismo, ha expresado su satisfacción con el nivel actual de las relaciones bilaterales, subrayando que la cooperación entre Teherán y Bagdad servirá a la seguridad común de ambos países.
Eso se produce después de que el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán haya llevado a cabo esta misma jornada renovados ataques contra los campamentos militares y oficinas de grupos terroristas separatistas desplegados en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
Los nuevos ataques antiterroristas del país corresponden a la segunda fase de una operación a gran escala, que se inició el 28 de septiembre contra bases, centros de entrenamiento y cuarteles de los terroristas contrarrevolucionarios kurdos, en respuesta al papel que han jugado en los disturbios acaecidos en las últimas semanas en el país persa tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, el 16 de septiembre.
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