En una entrevista con el Canal 12 de la televisión israelí, el mandatario estadounidense, Joe Biden, de visita en los territorios palestinos ocupados por Israel, dijo el jueves que usaría la fuerza como último recurso para evitar que Irán obtenga armas nucleares.
En reacción, el portavoz jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de brigada Abolfazl Shekarchi, ha indicado este viernes que los estadounidenses y los ocupantes israelíes conocen muy bien el precio de usar la palabra ‘fuerza’ contra Irán.
“Biden debió haber estado somnoliento cuando amenazó a Irán”, ha afirmado el alto cargo iraní.
Tras recordar los numerosos fracasos de los estadounidenses en la región, el general Shekarchi les ha alertado a las autoridades de EE.UU. “Cuidado con los pantalones de sus soldados, ¡podrían mojarse en el Golfo Pérsico!”, ha dicho en tono irónico.
El portavoz militar ha hecho un repaso de algunos de los fiascos de Washington frente a Irán como la toma de su embajada en 1979, el fracaso decisivo de EE.UU. al imponer 8 años de guerra contra Irán, la destrucción de la base norteamericana Ain al-Asad, situada en el oeste de Irak por un ataque con misiles iraní en 2020, entre otros.
El jueves, Biden y el primer ministro israelí, Yair Lapid, firmaron un compromiso conjunto para obstaculizar a Irán la obtención de armas nucleares, un movimiento aparente para acomodar los llamados de Israel a una “amenaza militar” por parte del país persa.
Irán ha alertado en reiteradas ocasiones a EE.UU. e Israel de que el inicio de una guerra contra la República Islámica podría precipitar el fin del régimen ocupador de Tel Aviv, la principal fuente de inseguridad y de inestabilidad en la región de Asia Occidental.
En los últimos años, Irán ha logrado amplios avances en el sector de la defensa, pese a las sanciones, y ha conseguido la autosuficiencia en la producción de equipos y sistemas militares esenciales.
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