“Hoy, la resistencia máxima de la nación ante las sediciones y sanciones ha dado fruto y la máxima presión ha fracasado”, ha indicado este miércoles Raisi en un discurso ofrecido durante una visita al mausoleo del difunto fundador de la República Islámica, Imam Jomeini, con motivo del 43.º aniversario de la Revolución Islámica.
Sus declaraciones no quedaron ahí y subrayó que incluso los propios funcionarios estadounidenses han admitido el fracaso de la política de presiones a la que dio un inicio formal el exinquilino de la Casa Blanca Donald Trump (2017-2021) después de retirar a su país del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) en 2018.
Teherán ha conseguido una autosuficiencia extendida en diferentes sectores pese a las severas sanciones en su contra, lo que, según varios expertos, representa la unidad y la determinación de construir una independencia tanto política como económica por parte del país persa sin la injerencia extranjera.
En este sentido, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, advirtió el domingo de los planes de enemigos para desmantelar la economía del país persa, enfatizando que no se debe condicionar la economía del país y las actividades económicas al levantamiento de las sanciones impuestas.
Irán no depende de Viena para frustrar presiones
El levantamiento de las sanciones antiraníes ha sido el foco de los diálogos en curso en Viena (Austria) para revitalizar el acuerdo nuclear.
En efecto, la República Islámica enfatiza que deben ser levantadas todas las medidas coercitivas unilaterales que fueron impuestas o reimpuestas a Teherán tras la retirada de Washington del PIAC. Además, rechaza cualquier concesión más allá del marco del pacto y enfatiza que lo primordial en estas pláticas es la normalización de las relaciones comerciales y económicas con el país persa
En la misma línea, el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, recalcó el lunes que se alcanzará rápidamente un acuerdo “duradero y confiable” en Viena, si la otra parte toma medidas prácticas para eliminar los embargos.
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