“Siempre hemos condenado enérgicamente el ataque militar y la agresión contra Yemen. Creemos que [la crisis de] Yemen solo tiene una solución política y que todos los yemeníes deben tener parte y decidir sobre el futuro de su país”, ha indicado este martes el ministro iraní de Asuntos Exteriores.
En declaraciones a la prensa al margen del funeral del embajador iraní en Yemen, Hasan Irlu, a causa del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, Amir Abdolahian ha aseverado que la experiencia de 6 años de guerra de Yemen mostró que el lado agresor, la llamada coalición saudí, no puede lograr ninguna victoria por la vía militar.
Tras recordar el papel destacado del pueblo yemení en mantener su soberanía nacional e integridad territorial, el diplomático persa ha apostillado que el futuro de Yemen debe ser decidido por el propio pueblo yemení y a través del diálogo “yemení-yemení”.
Aludiendo a la muerte del embajador persa en Yemen por la demora de la parte saudí en emitir autorizaciones necesarias para el regreso de Irlu al país persa, Amir Abdolahian ha recalcado el derecho de Irán a protestar ante la comunidad internacional contra las autoridades saudíes, según las convenciones internacionales.
“Durante sus dos años en Yemen, Irlo buscó por una solución política […] para ayudar a poner fin a la guerra en Yemen y devolver la estabilidad, la seguridad y paz a este país”, ha recordado.
La agresión contra Yemen comenzó en marzo de 2015, con el inicio de una campaña de bombarderos y bloqueo de Arabia Saudí y sus aliados, bajo el pretexto de restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.
Pese a las advertencias de las autoridades yemeníes y varios organismos pro derechos humanos sobre la crítica situación humanitaria en Yemen, el régimen de los Al Saud no ha cesado su brutal agresión y la persigue con el apoyo del Occidente.
El bloqueo marítimo, aéreo y terrestre saudí sobre Yemen ha ido empeorando la situación humanitaria, en particular, en este tiempo de pandemia, debido a que no permite la importación de alimentos y equipos médicos para atender a la nación más pobre del mundo árabe.
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