La embarcación, denominada Golden Brilliant, atracó el jueves en el puerto de Shahid Rayai en la sureña ciudad iraní de Bandar Abás, según informó la misma jornada la agencia local de noticias Nour News, afiliada al principal organismo de seguridad nacional del país persa.
Fuentes oficiales iraníes, citadas por Nour News, aseguraron que toda la tripulación se encuentra a salvo y que el buque no había sufrido daño alguno como lo afirmaron algunos medios de comunicación occidentales a principios del mes.
El atraque seguro de Golden Brilliant en el puerto de Shahid Rayai demuestra la falsedad de los informes de ciertos medios de comunicación extranjeros, incluida la agencia británica Reuters, que sugerían que el barco había sido supuestamente secuestrado por las “fuerzas respaldadas por Irán”.
En una entrevista concedida a Nour News, el capital del barco descartó todos los rumores sobre el secuestro y aseguró que el barco no había experimentado incidentes a principios de este mes.
El pasado 3 de agosto, Reuters afirmó, citando a tres fuentes de seguridad, que “las fuerzas respaldadas por Irán” se habían apoderado de dos barcos, incluido el petrolero Golden Brilliant, en el mar de Omán y frente a la costa de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Un día después, el 4 de agosto, la misma agencia de noticias alegó —recogiendo testimonios funcionarios y fuentes omaníes en el Reino Unido— que el secuestro de los barcos había terminado y que todos los tripulantes estaban a salvo.
Irán: Informes sobre incidentes marítimos son pura ‘guerra psicológica’
Las autoridades iraníes tacharon de “guerra psicológica” los informes de los medios de comunicación occidentales que intentaron vincularle a Teherán en los incidentes marítimos en el golfo de Omán.
“Los informes contradictorios ofrecidos por los medios de comunicación sionistas, occidentales y saudíes de incidentes marítimos y secuestros de barcos en las aguas del golfo de Omán son una especie de guerra psicológica que prepara el escenario para nuevos episodios de aventurismo”, advirtió el 3 de agosto el portavoz jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de brigada Abolfazl Shekarchi.
Las acusaciones sobre la supuesta implicación de Irán en el secuestro de barcos se produjeron días después de que Estados Unidos, el Reino Unido e Israel atribuyeran, sin pruebas, a Irán de un ataque a un buque cisterna, de propiedad israelí, denominado Mercer Street, ocurrido el pasado 29 de julio en el mar de Omán, que causó, según informes, dos muertos.
Irán rechazó categóricamente cualquier implicación en dicho ataque y cualquier otro incidente cerca del estrecho de Ormuz, una importante ruta para el tránsito de los suministros mundiales de petróleo, y prometió dar “una respuesta firme” a cualquier acto contra sus intereses y su seguridad nacional.
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