Google ha eliminado de su Play Store —la tienda oficial de aplicaciones para Android— una herramienta del Gobierno de Irán para detectar a los enfermos por el nuevo coronavirus, conocido como COVID-19, han informado este miércoles medios locales.
De acuerdo con su descripción, la aplicación iraní “trata de llegar a un diagnóstico clínico sobre el COVID-19, mediante algunas preguntas médicas”, no obstante, Google ha afirmado, sin ofrecer prueba alguna, que la app podría ser una herramienta de espionaje del Gobierno persa.
El conocido sitio web de noticias tecnológicas ZDNet ha rechazado las afirmaciones de Google y ha aclarado que no ha encontrado ningún programa espía en la nueva aplicación.
“La aplicación no es ningún troyano malicioso o software espía”, ha enfatizado Lukas Stefankohe, un experto en asuntos tecnológicos.
Aunque la aplicación pide permisos, ha agregado el analista digital, estos no son más de los que exigiría cualquier otra aplicación basada en la salud.
Esas explicaciones no han cambiado la decisión de Google, que según sus declaraciones publicadas sobre los términos de sus servicios, las cuentas iraníes no están permitidas en su Play Store debido a las sanciones unilaterales de Washington contra Teherán.
Las autoridades iraníes han denunciado una y otra vez el impacto negativo del “terrorismo económico” de Washington contra el sector de la salud iraní. Las sanciones estadounidenses dificultan las importaciones iraníes de medicamentos, equipos médicos y alimentos.
Y actualmente con el nuevo coronavirus extendiéndose a nivel mundial, resultan aún más patentes las negativas consecuencias de las ilegales sanciones que impuso Washington a Irán tras abandonar el acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
De hecho, la Asociación de Importadores de Equipos Médicos de Irán asegura que los embargos estadounidenses han impedido al país persa que importe los kits de prueba de coronavirus, lo cual obstaculiza enfrentar el brote de infección.
A pesar de tales dificultades, el Gobierno iraní se esfuerza al máximo para contener la propagación del COVID-19 y ocupa el segundo lugar en tratar a infectados, según las cifras proporcionadas en el portal de estadísticas mundiales Worldometer.
mnz/ncl/tqi/rba
