La narrativa de la maligna influencia china sobre el Canal de Panamá planteada por el presidente estadounidense Donald Trump, se extiende al país centroamericano con el nuevo representante de la Casa Blanca, quien así lo manifestó el pasado 8 de mayo en su primer acercamiento con la prensa local.
Sin embargo, estos comentarios, la visita a funcionarios del Órgano Judicial o el reconocimiento de la legalidad de los memorandos acordados con el gobierno estadounidense desde inicios de abril, son observados como una injerencia por distintos sectores de la sociedad.
El rechazo a estos acuerdos se ha vuelto parte de las muestras de descontento popular en Panamá durante los últimos días, son percibidos como una amenaza para la soberanía y contradictorios con la lucha intergeneracional por la recuperación del Canal y sus zonas aledañas.
John Alonso, Ciudad de Panamá
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