Una quiebra para el año 2023 en el sistema de pensiones panameño fue planteada esta semana por el director de la Caja de Seguro Social (CSS), Enrique Lau Cortés, quien, tras esbozar un panorama desalentador, intentó despejar sospechas sobre una virtual privatización; promoviendo un diálogo nacional dentro de un año y medio aproximadamente, cuando manejen datos concretos con los que no se cuentan hoy.
Las alarmas del colapso en el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) han sido tomadas con recelo desde distintos frentes. Si bien son conocidos los problemas financieros de la institución, los trabajadores panameños rechazan que recaiga sobre ellos el peso de una reforma, toda vez que la deuda del sector empresarial se encuentra por el orden de los 300 millones de dólares.
El 47 % de la población activa en Panamá, compuesto por personas desempleadas o trabajadores informales, no cotiza en la CSS, además de que un amplio sector de cotizantes dentro del 53 % restante no goza de salarios que cubran siquiera la canasta de necesidades básicas, reflejando un problema estructural en el modelo.
Este 15 de enero los diputados de la Asamblea Nacional enviaron una citación al director de la CSS para responder en los próximos días un cuestionario sobre la actualidad de la institución, principalmente el programa de pensiones.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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