El método favorece a quienes se desplazan rápidamente o incluso están armados, pues sin equipos de ayuda en tierra, los más vulnerables como son los niños, ancianos, enfermos quedan fuera. Además, ha habido casos documentados de muertos y heridos: desde paletas que cayeron sin abrir su paracaídas hasta gente que intentó recuperarlas del mar y se ahogó.
Las organizaciones como, Oxfam y UNRWA califican estas operaciones como una distracción mediática que contribuye a deshumanizar a la población afectada. Para muchos, este modo de ayuda resulta humillante. La única solución real consiste en abrir las vías terrestres para que cientos de camiones puedan entrar para una distribución adecuada y segura.
Aquí, en el terreno, los lanzamientos desde el aire no salvan vidas: las ponen en riesgo. La ayuda humanitaria real necesita canales terrestres organizados, con distribución digna y efectiva. Esa es la única forma en la que se puede honrar verdaderamente a quienes sufren.
Huda Hegazi, Gaza
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