• Bombardeos israelíes en Gaza han agravado la emergencia climática global.
Publicada: viernes, 30 de mayo de 2025 10:17
Actualizada: viernes, 30 de mayo de 2025 11:48

La guerra israelí en Gaza, además de matar a más de 53 000 palestinos, ha provocado una catástrofe ambiental y ha agravado la emergencia climática global.

Un análisis realizado por un equipo de investigadores del Reino Unido y Estados Unidos sobre el coste climático de los primeros 15 meses de la guerra israelí en la Franja de Gaza, iniciada el 7 de octubre de 2023, indica que la huella de carbono de los primeros 15 meses del conflicto superará las emisiones anuales de calentamiento global de cien países.

La investigación, publicada por la Red de Investigación en Ciencias Sociales y compartida por The Guardian, concluyó que el coste climático a largo plazo de destruir, limpiar y reconstruir la Franja de Gaza podría superar los 31 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e). Esto supera las emisiones anuales combinadas de gases de efecto invernadero de Costa Rica y Estonia en 2023.

El análisis denuncia el papel clave de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) en la creación de esta crisis ambiental en Gaza, haciendo referencia al suministro de recursos militares ilimitados para que Israel pueda devastar el lugar más densamente poblado del planeta.

El incesante bombardeo, bloqueo y negativa de Israel a cumplir con las sentencias de tribunales internacionales —que un alto el fuego inmediato— ha puesto de relieve la asimetría de la maquinaria bélica de Israel y la Resistencia palestina, así como el apoyo militar, energético y diplomático prácticamente incondicional del que disfruta Israel por parte de aliados como Estados Unidos y el Reino Unido, detalla el informe de The Guardian publicado este viernes.

El combustible utilizado por el movimiento de Resistencia palestino HAMAS durante este conflicto y el disparo de los cohetes por parte del grupo representan unas 3000 toneladas de CO₂e, el equivalente a tan solo el 0,2% del total de emisiones directas de la guerra, mientras que el 50% se generó por el suministro y uso de armas, tanques y otros artefactos explosivos por parte del ejército israelí, según el estudio.

 

Aunque el estudio investiga el impacto ambiental de la guerra durante los primeros 15 meses de la guerra, la matanza y la destrucción ambiental de Gaza se reanudaron cuando Israel violó unilateralmente el alto el fuego en marzo después de tan solo dos meses.

Relatora de ONU: Israel debe cesar la guerra en Gaza

“Esta investigación actualizada evidencia la urgencia de detener la escalada de atrocidades y garantizar que Israel y todos los Estados cumplan con el derecho internacional, incluidas las decisiones de la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia”, declaró Astrid Puentes, relatora especial de las Naciones Unidas sobre el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.

Advirtió que la guerra en curso “afecta gravemente a toda la vida en Gaza y amenaza los derechos humanos en la región, e incluso a nivel mundial, debido al agravamiento del cambio climático”.

Invasión aérea y terrestre de Israel en Gaza provocó más del 99 % del CO2 equivalente generado en el conflicto

Más del 99 % de las casi 1,89 millones de toneladas de CO2 equivalente (tCO2e) generadas entre el inicio de la guerra, el 7 de octubre de 2023, y el alto el fuego temporal de enero de 2025, se atribuyen a los bombardeos aéreos y la invasión terrestre de Gaza por parte de Israel.

 

Casi el 30% de los gases de efecto invernadero generados en ese período provinieron del envío estadounidense de 50 000 toneladas de armas y otros suministros militares a Israel, principalmente en aviones de carga y barcos desde sus arsenales en Europa. Otro 20% se atribuye a misiones de reconocimiento y bombardeo aéreo israelíes, tanques y combustible de otros vehículos militares, así como al CO2 generado por la fabricación y la explosión de bombas y artillería.

Israel destruyó la capacidad de energía solar en Gaza

La energía solar había generado hasta una cuarta parte de la electricidad de Gaza, una de las mayores del mundo, pero la mayoría de los paneles, y la única central eléctrica de la franja, han resultado dañados o destruidos.

El limitado acceso de Gaza a la electricidad ahora depende principalmente de generadores de alto consumo de diésel que emitieron poco más de 130 000 toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que equivale al 7% de las emisiones totales del conflicto.

Asimismo, más del 40% de las emisiones totales fueron generadas por los aproximadamente 70 000 camiones de ayuda que Israel permitió ingresar a la Franja de Gaza bajo la presión internacional, que las Naciones Unidas han condenado como extremadamente insuficientes para satisfacer las necesidades humanitarias básicas de 2,2 millones de palestinos desplazados.

Israel reduce a Gaza a 60 millones de toneladas de escombros tóxicos

El régimen ocupante ha reducido al enclave costero palestino a aproximadamente 60 millones de toneladas de escombros tóxicos en 20 meses de la guerra, y esto es el mayor coste climático de la reconstrucción de Gaza, según el estudio.

Asimismo, el análisis indica que el coste de carbono del transporte de escombros y la posterior reconstrucción de 436 000 apartamentos, 700 escuelas, mezquitas, clínicas, oficinas gubernamentales y otros edificios, así como 5 km de carreteras de Gaza, generará aproximadamente 29,4 millones de toneladas de CO2 ecológico.

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