“Existe una creciente preocupación de que la realidad que se está creando sobre el terreno se alinea con la visión de anexarse Cisjordania”, destacó el jueves el director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Roland Friedrich.
La UNRWA calificó la situación en Cisjordania ocupada de “sin precedentes” tanto desde una perspectiva humanitaria como política.
La operación del régimen, que ha durado varias semanas, ha desplazado a decenas de miles de palestinos y ha devastado los campos de refugiados.
En otras partes de sus afirmaciones, puso énfasis en que “hablamos de 40 000 personas que han sido desplazadas forzosamente de sus hogares en el norte de Cisjordania, principalmente de tres campos de refugiados donde había comenzado la operación”.
De igual modo, Friedrich resaltó que, ahora, estos campamentos están prácticamente vacíos, sus residentes no pueden regresar y luchan por encontrar refugio en otro lugar.
Reiteró que el nivel de destrucción de la infraestructura eléctrica, del alcantarillado y del agua potable, así como de las viviendas de los palestinos, es muy preocupante.
El funcionario manifestó que a medida que la agresión de Israel se prolonga, hay cada vez más señales de que podría convertirse en una presencia militar permanente en las ciudades palestinas.
La agencia citó declaraciones de funcionarios israelíes de que a los palestinos no se les permitirá regresar a sus hogares en la región.
Desde el 21 de enero, el ejército israelí ha lanzado una agresión a gran escala contra ciudades y campamentos palestinos en el norte de Cisjordania ocupada, especialmente en las gobernaciones de Yenín, Tulkarm, Tubas y Nablus, que ha dejado 64 muertos, ha provocado el desplazamiento de decenas de miles y una destrucción generalizada.
El pasado febrero, tres tanques israelíes, acompañados por vehículos militares del ejército del régimen, irrumpieron en el campamento de Yenín, por primera vez en 20 años, como preludio a una anexión forzosa.
Las autoridades palestinas advierten que esta agresión se enmarca “en el plan del gabinete israelí, dirigido por Benjamín Netanyahu, de anexionarse Cisjordania y declarar la soberanía sobre ella, lo que puede representar una declaración oficial de la muerte de la solución de dos Estados”.
La Corte Internacional de la Justicia (CIJ) declaró en julio de 2024 que la ocupación de larga data de los territorios palestinos por parte de los sionistas es ilegal y exigió la evacuación de los usurpadores de todos los asentamientos palestinos en la Cisjordania ocupada y Al-Quds del este.
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