“La ola de violencia mortal que ha azotado Cisjordania ocupada desde principios de este año es una consecuencia inexorable de la ocupación invasora y represiva, cuyo fin no se vislumbra, y de la cultura de la anarquía y la impunidad que Israel ha cultivado y que disfruta”, ha afirmado la relatora especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en Palestina, Francesca Albanese.
Mediante un comunicado emitido este jueves, Albanese ha señalado que, en lo que va de año, las fuerzas militares israelíes han asesinado a unos 80 palestinos y han dejado heridos a otros 2000, mientras que las bajas israelíes equivalen solo a 13 personas.
Ha recordado que los palestinos también sufren bloqueo, confiscación de tierras, demoliciones de viviendas, discriminación, encarcelamientos masivos y otros innumerables abusos y humillaciones bajo la ocupación israelí.
Independent expert @FranceskAlbs:
— UN Geneva (@UNGeneva) March 30, 2023
"The wave of deadly violence sweeping through the occupied #WestBank this year is the inexorable consequence of an acquisitive and repressive occupation with no end in sight... Tolerating annexation would legitimise aggression." pic.twitter.com/PZ3yO7zaxR
En este sentido, la relatora especial ha instado a la ONU a ir más allá de simplemente contar las bajas y llamar a las “partes” del “conflicto” a la moderación. “En realidad, no hay partes iguales ni un verdadero conflicto, sino un régimen opresor que amenaza el derecho a existir de todo un pueblo”, ha aseverado.
Albanese ha enfatizado que la comunidad internacional tiene que detener de inmediato la anexión de las tierras ocupadas, ya que este flagelo legitimaría la agresión y haría retroceder “casi un siglo” el derecho internacional.
En los últimos meses, los militares israelíes han intensificado sus brutales incursiones y asesinatos en el norte de la Cisjordania ocupada, principalmente en las ciudades de Nablus y Yenín.
Los grupos de derechos humanos locales e internacionales han condenado el uso excesivo de la fuerza por parte de Israel y la “política de disparar a matar” contra los palestinos.
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