Sven Kuehn von Burgsdorff, embajador de la UE ante Palestina, expresó el jueves su preocupación por el posible desplazamiento masivo de palestinos del área de Masafer Yatta, en el sur de la ocupada Cisjordania, mientras que recorría esta zona rural, donde el desalojo de palestinos ha aumentado tras un controvertido fallo judicial israelí en mayo pasado.
“Si se producen desalojos masivos y traslados forzosos, será el traslado forzoso más grande en décadas. Esta es nuestra preocupación aquí”, dijo Von Burgsdorff.
El tribunal supremo del régimen de Tel Aviv dictaminó a principios de mayo que más de 1000 residentes de las aldeas de Masafer Yatta “no pudieron probar” su reclamo de residencia permanente en el área antes de que el ejército israelí la declarara sitio restringido para ejercicios militares, en los que la presencia de civiles está prohibida.
De este modo, la sentencia puso fin a una lucha legal de dos décadas por la tierra, designada como Zona de Disparo 918, allanando el camino para que los palestinos fueran desalojados de sus hogares.
Presión internacional, única forma de detener ocupación israelí
Von Burgsdorff también subrayó que ha habido un incremento dramático en las demoliciones desde el fallo; es más, una fuente de la UE dijo que se derribaron 27 edificios y se emitieron al menos 30 órdenes de demolición más, en concreto, más del doble de la tasa en los últimos años.
En efecto, tal como denunció Von Burgsdorff, los principales jueces de Israel han hecho caso omiso del derecho internacional en el fallo que “parece ignorar” las responsabilidades de este régimen con los residentes palestinos como “potencia ocupante”.
“Las familias han perdido sus hogares, pero esta decisión es política, no legal en absoluto”, enfatizó para luego añadir que “la presión internacional es la única forma de detener esto”.
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