En una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación del conflicto israelí-palestino, el coordinador de la ONU para el proceso de paz, Tor Wennesland, lamentó el uso excesivo de la fuerza por parte de los soldados israelíes en la Cisjordania ocupada y el Jerusalén Este, Al-Quds.
En la ocupada Cisjordania, 23 palestinos, incluidos tres mujeres y cuatro niños, fueron asesinados por las fuerzas israelíes; y 545 palestinos, incluidos 30 mujeres y 80 niños, resultaron heridos. Los colonos israelíes u otras personas, realizaron unos 66 ataques contra los palestinos, que saldan nuevos heridos y daños a las propiedades palestinas.
Por su parte, el embajador israelí en la ONU, cuyo régimen resultó condenado ampliamente por organismos de Derechos Humanos por el ejercicio de la violencia contra los palestinos en la Explanada de las Mezquitas, alegó que las fuerzas de la ocupación no tenían otra alternativa que actuar. Y que fueron los palestinos los que iniciaron la violencia.
La policía israelí tuvo que intervenir, mostrando moderación ejemplar. La policía protegió el derecho al culto y logró restaurar la ley y el orden.
A su vez, Palestina denunció que son los colonos extremistas israelíes que entran en la Mezquita Al-Aqsa, en violación del statu quo que define que solo los musulmanes están permitidos a rezar en la Explanada de las Mezquitas. El embajador palestino, Riad Mansur, recordó que el régimen de la ocupación y sus fuerzas apoyan los actos provocativos de los colonos.
Israel no tiene ningún reclamo legítimo ni soberanía sobre ninguna parte del territorio palestino ocupado, incluida la ciudad de Jerusalén Este. La ONU también exigió al régimen de Tel Aviv poner fin a la ocupación de tierras palestinas.
kmd/mrg