Mediante un comunicado, dado a conocer este sábado, Ohana ha dispuesto a los funcionarios de las prisiones que no comiencen la vacunación de los presos palestinos contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, cita el periódico The Times of Israel.
En este sentido, el texto detalla que, en conformidad con la orden del ministro de seguridad pública, por ahora solo personal penitenciario pueden recibir la vacuna contra la enfermedad mortal y los presos no deben ser vacunados sin permiso.
Esto sucede, a pesar de que, según varios informes, por los menos 140 prisioneros palestinos han sido infectados por el coronavirus y no reciben atención médica adecuada.
La orden de Ohana contradice el informe del servicio de prisiones, entregado al presidente de la Comisión Palestina de Asuntos de los Detenidos y Exprisioneros Palestinos, de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Qadri Abu Bakr, en el cual anuncia que se iba a comenzar la vacunación de los prisioneros palestinos en los próximos días.
Abu Bakr denunció en marzo que el régimen de Israel envió un médico, diagnosticado con el coronavirus, a una cárcel en los territorios ocupados para tratar a un palestino enfermo, propagando así la COVID-19 entre los detenidos.
Palestina ha pedido en varias ocasiones a la comunidad internacional que ejerza presión sobre Israel, para que levante el bloqueo y que garantice el suministro constante de equipos médicos y kits de pruebas necesarios para combatir la pandemia.
A pesar de que varias organizaciones pro derechos humanos han denunciado los malos tratos en las prisiones israelíes, no se ha producido ningún cambio en la política del régimen de Tel Aviv al respecto, menos en esta etapa, donde todo el mundo busca salvar la vida de la gente de esta pandemia mortal.
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