El embajador estadounidense ante Israel, David Friedman, anunció el miércoles que “el elemento más importante es que Israel declare la soberanía sobre las tierras determinadas en el acuerdo del siglo, luego, estaremos preparados para reconocer la soberanía israelí (…) Reconoceremos dentro de las próximas semanas la soberanía israelí en las aéreas que según el plan serán partes de ello”, adujo.
Hazem Qasem, un portavoz de Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), ha subrayado este viernes que las observaciones de Friedman, además de “descaradas”, constituyen “una violación directa” de EE.UU. a los derechos de la nación palestina.
“Las declaraciones del embajador estadounidense respecto a la soberanía israelí en (la ciudad cisjordana de) Al-Jalil (Hebron), entre otras ciudades cisjordanas, son descaradas y constituyen una violación directa de EE.UU. al derecho de la nación palestina”, ha indicado Qasem en un comunicado recogido por la agencia palestina de noticias Maan.
Friedman, de acuerdo con el funcionario de HAMAS, refleja la política antipalestina de Likud —partido liderado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu— la cual se basa en “la manipulación y la tergiversación de la realidad”, una política practicada por la Administración estadounidense presidida por Donald Trump.
Sin embargo, pese a todas las conspiraciones urdidas contra la nación palestina, “los palestinos son los verdaderos dueños y seguirán luchando hasta la expulsión de los ocupadores de todo ese territorio. La nación palestina creará un Estado independiente con Al-Quds (Jerusalén) como capital”, ha remarcado Qasem.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, a su vez, ha alertado a Israel que Palestina no cederá a Israel “ni un centímetro más” de Cisjordania.
Al respecto, Matan Vilnai, director de la organización comandantes para la seguridad de Israel, alertó de “una catástrofe”, si se aplica “la anexión unilateral, sin la preparación adecuada y sin consultar a los profesionales de la materia”.
Muchos países y organizaciones internacionales, incluidos los propios israelíes, han rechazado el plan israelí-estadounidense,“acuerdo del siglo”, que desvanece prácticamente las esperanzas para la creación de un Estado palestino con Al-Quds como capital.
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