Según la agencia estatal palestina de noticias WAFA citando a testigos locales, las autoridades israelíes han demolido este jueves las casas y tiendas de la aldea beduina palestina de Al-Araqib en el sur de la Cisjordania ocupada, obligando a los pobladores a desplazarse.
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Al igual que las veces anteriores, las fuerzas israelíes, equipadas con excavadoras y demoledores, han asaltado la aldea y sacado a la fuerza a los residentes de sus hogares antes de causar estragos en todo el lugar.
Al-Araqib, con cerca de 220 residentes, es una de las varias aldeas beduinas en el desierto de Néguev (en el sur de la Cisjordania ocupada), que no son “reconocidas” por el régimen israelí.
Esta localidad fue demolida por primera vez el 27 de julio de 2010 y desde entonces ha tenido que ser reconstruida por sus pobladores y activistas.
La política de destrucción de pueblos del régimen de Tel Aviv persigue dejar libres las tierras para asentamientos ilegales de colonos.
La Oficina Central de Estadística de Palestina (PCBS, por sus siglas in inglés) informó en marzo que Israel había ocupado más del 85 por ciento o unos 27 000 kilómetros cuadrados de los territorios históricos de Palestina en un proceso de expropiación que aún continúa, pese a las críticas internacionales.
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