Así lo aseguró el domingo el militar israelí –quien lideró la ofensiva contra el enclave costero palestino en 2014–, añadiendo que el régimen de Tel Aviv tiene que mejorar la situación económica en Gaza para disminuir el nivel de peligro que representa para Israel.
Asimismo, Turgeman advirtió que la ocupación de la zona bloqueada significaría asumir la responsabilidad por las vidas de millones de palestinos.
Luego de alertar que una nueva operación militar contra la Franja de Gaza podría provocar a los frentes sirio y libanés, el excomandante hizo hincapié en que, incluso sin la participación de estas dos partes (Beirut y Damasco), un enfrentamiento militar en Gaza no favorecerá a Israel.
Tal choque sería complicado y podría deteriorar la situación en la ocupada Cisjordania, agregó.
Turgeman previno de las consecuencias de una agresión militar a Gaza en un momento en que las medidas restrictivas de Israel se han intensificado después de que EE.UU. reconoció el pasado 6 de diciembre la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen y trasladara allí su embajada desde Tel Aviv. Una medida que generó protestas a lo largo de la línea divisora entre los territorios palestinos ocupados y Franja de Gaza.
Más de 140 palestinos han muerto en el enclave costero a manos de los soldados israelíes desde que se iniciaron, el 30 de marzo, las Marchas del Retorno, en las que se reclamaba el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares, de los que fueron expulsados en 1948.
Gaza ha estado bajo el asedio israelí desde el junio de 2007, lo que ha causado un declive en las condiciones de vida, como el desempleo e índices de pobreza sin precedentes.
Israel también ha lanzado varias guerras contra la zona, la más reciente comenzó a principios de julio de 2014 y terminó a finales de agosto del mismo año. La agresión militar del régimen dejó casi 2300 muertos y más de 11 000 heridos entre la población gazatí.
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