El representante en el país norteamericano de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husam Zomlot, denunció el jueves que, con esas declaraciones incendiarias, Trump echa por tierra la promesa que hizo cuando dijo “no quiero imponer, no quiero dictar” nada a nadie en relación con el conflicto árabe-israelí, han informado este viernes varios medios israelíes.
Zomlot lamentó que el presidente estadounidense haya sugerido en el Foro Económico Mundial Davos (Suiza) que el reconocimiento de Al-Quds como capital israelí por la Administración de EE.UU. resolverá uno de los asuntos más delicados de las conversaciones de paz (en realidad, rotas) entre los palestinos e israelíes.
Una cuestión que es el “núcleo de la solución de dos Estados” no puede ser sencillamente retirada de las negociaciones por nadie, añadió el palestino, para luego calificar este agravio del estadounidense como una puñalada por la espalda a los palestinos, y más cuando Trump ha amenazado con recortar los fondos de ayuda de Washington a la Autoridad Nacional de Palestina (ANP) y a otros organismos palestinos.
Sentado en Davos junto al primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, el mandatario norteamericano apostilló que el tema más difícil que tenían que hablar las partes encontradas era Al-Quds, que ahora él dice haber sacado “de la mesa de negociaciones, por lo que no tenemos que hablar más de eso”
Zomlot asumió una postura muy cercana a la del presidente de la ANP, Mahmud Abás, y subrayó que “no se llevaron Al-Quds de la mesa, se llevaron la mesa entera”, advirtiendo de que con ante tal panorama “ningún palestino se sentará” en ninguna mesa de negociaciones con los israelíes.
El funcionario resaltó, no obstante, que los palestinos aún buscan una solución de dos Estados, pero no aceptarán en ningún caso que Washington participe en un proceso de paz con Israel hasta que la Casa Blanca dé marcha atrás en su decisión sobre Al-Quds.
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