Publicada: miércoles, 20 de diciembre de 2023 7:06
Actualizada: jueves, 21 de diciembre de 2023 9:29

En diversas entrevistas a nivel internacional he sido consultado con ansiedad sobre cuáles pueden ser las alternativas para resolver el derecho palestino a un Estado autónomo, digno, libre de colonialismo y violencias.

Por: Carlos Santa María

 La primera interrogante ha sido sobre la catástrofe humanitaria y el papel de la comunidad internacional en este genocidio.

Desde el inicio de esta cruenta masacre despedazando niños, eliminando a las madres que procrean una generación, exterminando a un pueblo y robando impunemente sus tierras por hordas sionistas, se ha realizado una precisión fundamental: no es una catástrofe humanitaria que corresponde a fenómenos naturales sino una masacre inverosímil, pues nunca se pensó que el nazismo renaciera en tal magnitud, insistiendo en que genocidio es la palabra exacta. Asimismo, erróneamente calificando de rehenes a las personas judías y presos a los palestinos: son secuestrados dos millones trescientos mil habitantes de Gaza junto a más de 10 000 rehenes en cárceles del régimen neocolonial.

Se establece que la denominada “comunidad internacional” no existe y es simplemente una palabra utilizada formalmente, que permite obviar la definición clara de a quienes compete la responsabilidad de dicho conflicto y los castigos que debe asumir una Corte Penal Multipolar creada rápidamente.

Otra interrogante ha sido sobre las instituciones internacionales y el rol que cumplen en este genocidio.

La respuesta es clara: la ONU es un envejecido formato de declamación sin fuerza alguna para realizar acciones de justicia internacional, por tanto, ineficiente y propio del lamento ineficaz, en línea con la columna de Shabbir Rizvi. De igual modo, la Corte Penal Internacional que de inmediato ordena detener a Vladímir Putin, un estadista de alta significación, y esconde su cobardía frente al terrorismo de Netanyahu. Igualmente, la Unión Europea en silencio cómplice o lamentando lo que sucede, aunque sin hacer nada para resolverlo. La Organización Mundial de la Salud, controlada por Bill Gates, exigiendo que diversos países sigan comprando vacunas que no fueron aceptadas por el daño a su sociedad y medroso sobre más de un centenar de funcionarios asesinados por Israel sin contabilizar los médicos, enfermeras, asistentes y civiles masacrados vivos en hospitales.

El Vaticano, por su parte, ha condenado la muerte de católicos sin llegar a solicitar el cese real con acciones concretas. España, condenando lo que sucede y enviando a los espías estadounidenses de regreso a su país con lo cual entrega su soberanía como lo ha hecho el nuevo patio trasero de USA: Europa.

La realidad es que sólo hay dos caminos para resolver este genocidio: uno, la decisión del régimen estadounidense de detener este crimen internacional como primer paso que lleve a una tregua integral.

Esta decisión es factible pese a que ya se ha logrado un objetivo: no sancionar a un ejército con mercenarios incluso que extermina niños, mujeres, ancianos y civiles de un modo absolutamente basado en la maldad congénita del sionismo, ideología que traiciona como método y del que Jesús fue una víctima, así como millones de seres humanos nobles.

Afortunadamente gracias a la Resistencia palestina y el apoyo de su pueblo que sufre indeciblemente, el régimen no ha logrado ninguno de sus objetivos: destruir a HAMAS, apoderarse de Gaza y enviar a la nación palestina a la era de piedra. Hoy, después de amenazar incluso con una bomba atómica, se dice que el proceso será más lento y que se tendrá que dialogar con otras naciones para sopesar la situación.

Lo claro es que mientras Biden, como autor intelectual y material de esta atrocidad, continúe proporcionando la luz verde que Netanyahu dijo públicamente que posee de este presidente, la solución es muy difícil…mientras la industria militar seguirá obteniendo los más altos rendimientos a costa de dejar a niños o bebés sin brazos, ciegos, con heridas irreversibles.

El segundo camino es nítido: corresponde al mundo soberano multipolar que ha sido débil en lograr una organización científica y humana imprescindible para ejercer un poder que resuelva este genocidio definitivamente. Sólo de su fortaleza es factible esperar resultados que favorezcan a la Humanidad.

Cabe mencionar los llamados de Irán a una gran unidad islámica, la acción absolutamente valiente del pueblo-gobierno de Yemen impidiendo a los barcos israelíes su tránsito mortal, Hezbolá dispuesto a continuar infringiendo pérdidas a la milicia ocupante, HAMAS en plena actividad ofensiva. Las acciones de Suráfrica recientemente, a diferencia de Francia que pierde un funcionario y en vez de realizar una acción contundente pide una “investigación”, junto a más de 160 naciones insistiendo en el cese del verdadero holocausto sionista, son esfuerzos altos.

Cabe destacar la heroica solidaridad de Yemen quien ha decidido no dejar transitar por el mar Rojo a ninguna nave que se dirija a Israel hasta que no se declare la tregua en Gaza y la entrada de todo lo necesario para la supervivencia del pueblo palestino. A su vez, el régimen estadounidense ha apelado a una coalición de países (ya que nunca ha ganado una guerra ni siquiera en superioridad militar), contra los Hutíes para supuestamente proteger la navegación libre. Debemos estar expectantes y ver cómo reacciona la Federación Rusa, China y otras potencias no colonialistas (1).

Si Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Líbano, se hubieran unido para abrir las fronteras con Palestina y entregar la ayuda concreta a Gaza, seguramente Israel se hubiera abstenido de continuar este crimen de lesa humanidad.

El asesinato de los retenidos israelíes por Netanyahu, a través de “fuego amigo” o simplemente ejecución, sin buscar su liberación, quedará grabado en el pueblo judío como otra forma más del nazismo hecho práctica por los extraordinarios alumnos sionistas del terror contra su propia patria y el mundo (2).

En conclusión: únicamente hay dos caminos posibles ya que la diplomacia es el resultado de la contraposición de fuerzas y, hasta este momento, se impone el primero en la violencia esgrimida por EE.UU., auspiciado por la Unión Europea en forma de complicidad directa.

El segundo, un camino humano y político, de la unidad de los diversos gobiernos soberanos con medidas concretas es la opción correcta, aún débil y sin organizar.

Infortunadamente Navidad es un símbolo de mortalidad propiciada por la cobardía si no se actúa con fortaleza. Es el deseo de la Humanidad creer y hacer del Estado palestino un territorio de paz y dignidad. Que los cómplices sean sujetos de la ley de compensación que no dejará pasar la maldad porque el tiempo también conspira para que la bondad sea el símbolo de la inteligencia esencial.

  1. "Sin importar los sacrificios": Hutíes reaccionan a la operación de EE.UU. en el mar Rojo - RT
  2. Vídeo: Tanque israelí atacó una casa que albergaba a retenidos israelíes | HISPANTV