El Comando Central de EE.UU. (Centcom, por sus siglas en inglés) en un resumen ofrecido al final de 2022 afirmó que durante tal año acabó con la vida de 686 presuntos miembros de la banda extremista en Irak y Siria.
Aunque con nuestras operaciones hemos dado golpes significativos a la banda terrorista, señaló el cuerpo militar, “la ideología vil” de esa banda extremista perdura. Así que la misión para derrotar a Daesh continuará en 2023, aseguró el Centcom.
Para muchos actores regionales, la supuesta guerra anti-Daesh de Washington en los países de Asia Occidental, como Siria e Irak, es una excusa para justificar su presencia militar en la zona y saquear las riquezas, ya que la lucha no ha tenido resultados tangibles.
Es más, hay evidencias que muestran las huellas de agentes norteamericanos detrás del respaldo a los terroristas: desde ofrecer formación militar a remanentes del grupo takfirí para atacar al Ejército sirio, hasta su traslado a una base en el noreste de Siria.
Desde Siria, dicen que una criatura llamada Daesh es “un proyecto de fabricación estadounidense que tiene como objetivo sembrar caos, miedo y asesinatos en los países del mundo”.
De hecho, según expertos, el asesinato del comandante antiterrorista iraní, el teniente general Qasem Soleimani, y sus compañeros en un ataque terrorista estadounidense en 2020 fue parte del mismo plan.
Es que Washington estaba descontento con los avances del frente de Resistencia ante Daesh, gracias a las estrategias de Soleimani. Conforme a analistas políticos, sin duda, el colapso de la hegemonía estadounidense, muy evidente en Asia Occidental, en realidad, fue el resultado de los heroicos esfuerzos del Eje de la Resistencia y, sobre todo, las acciones del mártir Soleimani y sus valientes camaradas.
Teniendo en cuenta todas esas realidades, los países de la región, Irán, Irak y Siria, como pioneros, creen que Asia Occidental ya no da cabida al militarismo dañino de Estados Unidos y sus aliados. Desde Irak, se oyen cada vez más sonantes las voces que piden la expulsión de tropas foráneas y que se haga realidad la ley promulgada por el Congreso del país hace tres años al respecto.
Es por eso que Rusia dice que la retirada de las tropas estadounidenses de Siria facilitará y acelerará la eliminación de la presencia terrorista en este país árabe.
Pese al rotundo rechazo del Gobierno y el pueblo sirios a la ilegal presencia de EE.UU. en su país, Washington permanece ahí, respaldando a las milicias antigubernamentales en el país levantino, e incluso, según lo mostrado en párrafos anteriores, tiene un nuevo plan para renovar la estructura de Daesh.
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