• El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu.
Publicada: viernes, 4 de diciembre de 2015 18:34

El premier turco, Ahmet Davutoglu, ha asegurado este viernes que Turquía no puede ser “puesta de rodillas” con las sanciones económicas impuestas por Rusia.

“Los que crean que las sanciones económicas contra una nación honorable como Turquía pueden llevarla a ponerse de rodillas se equivocan”, ha dicho el primer ministro turco.

Los que crean que las sanciones económicas contra una nación honorable como Turquía pueden llevarla a ponerse de rodillas se equivocan”, señala el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Rusia ha impuesto a Ankara una serie de sanciones, incluidas de tipo económico, a raíz del derribo de un bombardero suyo por el Ejército turco cuando el aparato realizaba una operación antiterrorista cerca de la frontera turco-siria. El piloto murió en el incidente.

Durante un discurso pronunciado en la capital de Azerbaiyán, Bakú, el alto funcionario turco ha defendido la acción de las Fuerzas Armadas de Turquía, y ha insistido en que Ankara no va a pedir perdón por defender sus fronteras.

Un avión militar ruso Sujoi Su-24 arde en el cielo tras ser atacado por un caza F-16 del Ejército turco.

 

Davutoglu ha manifestado que Turquía no conocía la nacionalidad del avión que estaba violando su espacio aéreo —algo que Moscú niega categóricamente—, para después afirmar que nadie puede culpar a Turquía ni debe esperar una disculpa por su parte.

No obstante, ha reiterado que la “moral” de Turquía no podía permitir que el Su-24 bombardease a “personas inocentes” violando el espacio aéreo turco, y ha acusado al avión ruso de tener por objetivo atacar a milicianos “moderados” de etnia turca que luchan contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.

Al ser atacado por el Ejército turco, el piloto se eyectó del avión en paracaídas, pero fue asesinado por miembros de un grupo armado turcomano en Siria y apoyado por el Gobierno de Ankara.

Rusia ha enfatizado en reiteradas ocasiones que el derribo del caza ruso por la Aviación turca está relacionado con el apoyo de Ankara al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), ya que afirma que Turquía lo derribó para proteger el suministro petrolero de Daesh de los bombardeos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.

De hecho, el Ministerio ruso de Defensa presentó el miércoles pruebas de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, así como su familia, se benefician del contrabando de crudo de Daesh, y de que las autoridades turcas facilitan el paso de camiones cisterna de EIIL a su territorio.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

 

En reacción con estas acusaciones, Erdogan prometió en un principio que dimitiría si se hallaban pruebas que así lo demostrasen, y luego afirmó el jueves ante grupos sindicalistas que tiene "pruebas" de que es Rusia la que está involucrada en el tráfico de petróleo con el grupo takfirí Daesh, y anunció que las empezaría a revelar al mundo.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró el jueves que Turquía lamentará “más de una vez” el derribo del avión ruso y la muerte de su piloto, al mismo tiempo que aseveró que la venganza no se acabará con las sanciones, que no equivalen al “infame crimen de guerra; el asesinato de nuestra gente” cometido con el derribo del Su-24.

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