Fitch prevé un déficit del 2,7 % en 2016, lejos del 2,2 % estimado por Lisboa, y un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,2 %, frente al 1,8 % pronosticado.
Otras de las dos principales agencias de calificación de riesgos financieros —Moody's y Standard & Poor's— mantienen también a Portugal en el nivel de poca fiabilidad o "bono basura", publican este sábado los medios.
La única entre las grandes que evalúa positivamente las finanzas de Portugal es la canadiense Dominion Bond Rating Service (DBRS), que dio una nota de "BBB (bajo)" con perspectiva "estable".
Se considera crucial para el país tener esa nota positiva, pues le permite ser receptor del programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE).
Desde noviembre del 2015, el moderado Partido Socialista gobierna en Portugal gracias al apoyo parlamentario del Bloque de Izquierda (aliados a Podemos en la Unión Europea) y el Partido Comunista Portugués (PCP).
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