La organización no gubernamental en un informe publicado el martes describió una pequeña parte de la horrible situación en la que viven los ciudadanos de la ciudad de Sirte (norte), el único bastión del grupo extremista Daesh fuera de Irak y Siria.
"Mientras la atención del mundo se centra en atrocidades en Siria e Irak, EIIL también" está cometiendo crímenes peores que el asesinato en Libia, dijo Letta Tayler, investigador del terrorismo y de la lucha contra el terrorismo, citado por HRW.
En lugar de emitir amenazas vacías, los actores internacionales deben mantener sus promesas para identificar y castigar a los responsables de graves crímenes en Libia", dijo Letta Tayler, investigador del terrorismo y de la lucha contra el terrorismo.
La mayoría de los ejecutados, incluyendo combatientes cautivos, u opositores políticos, fueron decapitados o disparados por miembros del EIIL, luego de que fueran acusados de "espionaje", y "brujería", según el documento. Daesh también secuestró e hizo desaparecer a decenas de combatientes opositores libios, prosigue.
HRW citando a testigos y algunos antiguos residentes de Sirte el horrible asesinato de un hombre, al que EIIL acusó de espionaje. La víctima, identificado como Milad Ahmad Abourgheba, fue arrastrado desde su cama para ser ejecutado públicamente a pesar de que había manifestado arrepentimiento.
Un verdugo del EIIL en silla de ruedas disparó y mató a Abourgheba y los terroristas crucificaron su cuerpo en una plaza pública de Sirte por varios días. "Abourgheba desapareció durante tres meses. Luego, el 16 de enero, lo mataron a tiros. El hombre que le disparó era de Túnez y estaba en una silla de ruedas".
El informe lamenta que el EIIL esté infligiendo graves dificultades a la población local mediante la desviación de alimentos, medicinas, combustible y dinero en efectivo, junto con los hogares a los que se apoderó de los residentes que huyeron tras la ofensiva terrorista a la ciudad costera.
"En lugar de emitir amenazas vacías, los actores internacionales deben mantener sus promesas para identificar y castigar a los responsables de graves crímenes en Libia", dijo Tayler y advirtió que la falta de acción internacional sólo conllevará a más víctimas civiles.
Los terroristas del EIIL aprovecharon el vacío político en Libia tras la caída del exdictador Muamar Gadafi en el 2011 (durante una intervención militar occidental) para expandirse en el país norteafricano. Otros 1700 grupos armados luchan también en el territorio libio en busca de controlar más regiones y consolidar su poder en este país árabe.
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