"El gobierno griego pide explicaciones al FMI (para saber si) tratar de crear las condiciones de un default en Grecia (...) es la posición oficial del Fondo", ha declarado en un comunicado la portavoz gubernamental, Olga Gerovassili, tras conocerse este sábado unas conversaciones filtradas por parte de Wikileaks al respecto.
"El gobierno griego pide explicaciones al FMI (para saber si) tratar de crear las condiciones de un default en Grecia (...) es la posición oficial del Fondo", ha declarado en un comunicado la portavoz gubernamental, Olga Gerovassili, tras conocerse este sábado unas conversaciones filtradas por parte de Wikileaks al respecto.
Wikileaks ha revelado un documento donde se recoge la transcripción de una conferencia telefónica fechado a 19 de marzo, en la cual funcionarios del FMI se lamentan de que Atenas solo aceptó un acuerdo cuando corría riesgo de tener que declararse en default (incumplimiento de sus compromisos financieros).
Según la transcripción, los funcionarios del Fondo hablaban de la estrategia que debían adoptar en las negociaciones con el Gobierno de Alexis Tsipras, en momentos en que el ente internacional aun no había aprobado un nuevo plan de rescate para Grecia.
Lo documentos muestran el descontento de los representantes del FMI en las negociaciones con Grecia y califican el ritmo de reformas económicas del país de muy lento, también señalan que Atenas solo una vez aceleró la puesta en práctica de medidas oportunas cuando sus arcas públicas estaban a punto de quedarse vacías, con el consiguiente default acechando la maltrecha economía del país heleno.
Por ello, ahora los negociadores de FMI veían necesario unas circunstancias que propiciaran tal situación de incumplimiento por parte de Grecia, para facilitar los acuerdos inmediatos venideros.
Las conversaciones entre Grecia y sus acreedores de la Comisión Europea (CE), FMI, del Banco Central Europeo (BCE) y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), conocidos como la antigua Troika, se reanudan el lunes, tras una interrupción de dos semanas.
En 2015 Grecia comenzó el proceso de pago de su deuda de 2000 millones de euros al FMI y otros 4200 millones al BCE, tras haber recibido un crédito de emergencia de 86 000 millones de euros concedido por la Unión Europea (UE) .
La ayuda europea es más conocida como el tercer rescate griego y todo a cambio de la aceptación de drásticas medidas de austeridad y mayores concesiones de Atenas, en particular, en lo relativo a la reforma del sistema de pensiones, lo que ha provocado el rechazo de miles de helenos.
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