• Libia está sumergida en caos desde 2011.
Publicada: viernes, 27 de febrero de 2015 11:17

Libia, por sí sola, no es capaz de detener el contrabando de petróleo ni el flujo ilegal de armas, por tanto, necesita de fuerzas marítimas internacionales que la apoyen al respecto, concluye un nuevo informe de un grupo de expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre la situación de este país africano.

El informe confidencial, al que ha tenido acceso Reuters, recomienda al Consejo de Seguridad la formación de una fuerza naval internacional “para ayudar al Gobierno de Libia a controlar sus aguas territoriales e impedir la entrada y salida de armas, la exportación ilegal de petróleo y de otros recursos naturales por los grupos terroristas”.

Los conflictos en Libia empezaron en 2011 tras el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi y empeoraron después de la intervención de la OTAN en Libia con la excusa de llevar “paz y estabilidad” al país norteafricano rico en petróleo.

Ahora, la lucha contra los grupos terroristas, especialmente el EIIL (Daesh, en árabe) que ha desplazado unos 5000 miembros que controlan ya la ciudad portuaria de Derna, en el noreste de Libia, la isla nororiental de Sitra y la capitalina Trípoli, se ha convertido en otro pretexto para que el Occidente intervenga y pueda acceder a los valiosos recursos de este país.

El informe, sin embargo, dejó claro que Libia no necesita ayuda militar extranjera para acabar con los terroristas y propuso la búsqueda de una vía diplomática para poner fin a las actividades de los grupos terroristas y extremistas.

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