Resat Baris Unlu, docente de la Universidad de Ankara (en la capital homónima turca), debe comparecer este miércoles ante un tribunal por haber pedido en un examen de final de un curso sobre la política y las instituciones turcas realizar un comparativo entre dos artículos del líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), Abdolá Ocalan.
Los estudiantes tenían que comparar el manifiesto de 1978 de Ocalan titulado “El camino de la Revolución de Kurdistán” y un artículo que escribió en 2012 llamado “La modernidad democrática como la construcción del sistema local en el Oriente Medio”.

Los fiscales han afirmado que el acusado tenía la intención de "legitimar las opiniones (de Ocalan) y convencer a (sus alumnos) la idea de que él era un líder político".
Aunque el rector de la Universidad ha salido en defensa del profesor, diciendo que el ambiente universitario debe gozar de "libertad académica", la Fiscalía ha ordenado a Unlu que comparezca hoy ante la corte. De ser declarado culpable, el profesor podría pasar hasta siete años tras las rejas.
Las organizaciones de derechos humanos han acusado al Gobierno turco de violar la libertad de expresión y de reprimir de manera violenta a los disidentes.
A mediados de noviembre, la Unión Europea (UE) denunció el retroceso significativo de Turquía en cuanto a la libertad de expresión y de reunión, marcado por un aumento de la presión sobre los medios de comunicación.
A su vez, en enero, el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, criticó a Ankara por presionar a los periodistas, limitar el uso de Internet y acusar de traición a más de 1000 universitarios por criticar al Gobierno de Ankara.
Los universitarios turcos habían suscrito una carta en la que arremeten contra el Ejecutivo por su campaña militar contra los miembros y seguidores del PKK (al que considera un grupo terrorista). El documento reprochaba la forma en que Ankara está lidiando con la violencia que sacude actualmente el sureste del país, de mayoría kurda, y pedía el fin del toque de queda en la zona.
La solicitud, rubricada también por el politólogo estadounidense Noam Chomsky, provocó la indignación del Gobierno turco que ordenó la detención inmediata de los principales firmantes del texto y la búsqueda del resto.
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