Los militares bareiníes arremetieron violentamente contra las protestas pacíficas llevadas a cabo en Sitra, al sur de Manama (la capital), y en la localidad de Daih, al oeste de la capital.
Los activistas participantes, agredidos con gases tóxicos y perdigones por las fuerzas del régimen de los Al Jalifa, prometieron no cejar en sus protestas hasta hacer realidad sus demandas.
Las fuerzas de seguridad del pequeño reino árabe reprimen sistemáticamente las numerosas movilizaciones antigubernamentales de los bareiníes, que comenzaron en febrero de 2011.
El Centro de Derechos Humanos de Baréin (BCHR, por sus siglas en inglés) informó el domingo de que, en diciembre de 2015, los bareiníes protagonizaron 146 manifestaciones pacíficas, 47 de ellas con brutales intervenciones policiales.
Los bareiníes celebraron 61 huelgas en este mismo plazo demandando reformas políticas, la excarcelación de los prisioneros políticos y que se dejen de realizar juicios crueles e injustos, añade la ONG.
Solamente en el mes de diciembre, de acuerdo con el BCHR, las fuerzas bareiníes —apoyadas por los militares saudíes y emiratíes— atacaron 52 viviendas y detuvieron a 86 civiles.
El BCHR denunció anteriormente que en los centros de detención bareiníes hay más de tres mil prisioneros que no han sido juzgados y el régimen de bareiní, aplicando la reciente ley antiterrorista de Manama, sigue practicando arrestos arbitrarios pese a las llamadas internacionales.
El pasado miércoles, el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) denunció que los presos políticos sufren tortura y que las reformas anunciadas por las autoridades bareiníes han quedado en meras palabras.
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