Reunidos en el centro de la capital homónima del país norteafricano, en la avenida Habib Bourguiba, símbolo de la revolución, los manifestantes recordaron el jueves a las víctimas de la revolución, mientras gran número de policías se desplegaban en la zona para evitar todo asomo de violencia.
“Estamos orgullosos de la excepción de Túnez, que deslumbró a la escena mundial. Túnez acabó de una vez por todas con el autoritarismo y la tiranía”, recalcó el primer ministro de Túnez, Habib Essid.
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