Esta semana, el Gobierno de México compareció ante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 en Madrid, en tanto que en el país organizaciones y expertos recordaron los pendientes con esa y otras materias medioambientales, por años de despojo, corrupción, negligencia y contaminación.
Entre las denuncias destaca el rechazo a políticas como la energética basada primordialmente en combustibles fósiles, en contra de las metas del Acuerdo de París y de la Ley General de Cambio Climático. Pero según advierten comunidades e investigadores, la responsabilidad de lo que califican de compleja crisis ambiental, la comparten también la iniciativa privada nacional y la transnacional, a partir de tratados de libre comercio vigentes con América del Norte y la Unión Europea (UE).
Según documenta Greenpeace, México forma parte de los 20 mayores emisores de gases de efecto invernadero en el mundo, contribuyendo con 1,6% de las emisiones globales.
Mientras que el alcance de la contaminación química o de la crisis hidrológica se desconoce, gracias a la falta de registros fidedignos, lo que también dificulta el acceso a la justicia de quienes claman ser priorizados frente a un modelo extractivo, productivo y de consumo que impacta el derecho a la salud y a un medio ambiente sano.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México.
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