El camión de la muerte. Así es como se llama ahora el vehículo que llevaba a un centenar de mexicanos hacia el sueño americano, pero acabó de conducirlos por una pesadilla inolvidable.
Adán es uno de los supervivientes del camión de la muerte, en el que murieron diez personas, asfixiadas por falta de aire o por deshidratación, y abandonado en el estacionamiento de un supermercado en San Antonio, Texas. Según el consulado de México en San Antonio, muchas víctimas están en estado crítico en el hospital.
Según testimonios de los supervivientes, los traficantes ignoraron por completo a los pasajeros. No les dieron ni una botella de agua. Ni tan siquiera encendieron el ventilador del compartimento de carga. Simplemente, no les importó. Así de cruda es la realidad para miles de mexicanos que abandonan su país en busca de una vida mejor.
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