En su comparecencia de este miércoles en el Senado para explicar el rechazo al barco Aquarius, con 629 inmigrantes a bordo, el viceministro y también ministro del Interior italiano ha pedido a los países europeos medidas serias contra la inmigración ilegal o, en caso contrario, “que callen para siempre”. Salvini ha aseverado que Italia no acepta lecciones de solidaridad y humanidad de nadie, y ha agradecido a los españoles su buen corazón por haber acogido al barco.
Asimismo, el dirigente ha exigido a Francia que se disculpe con Italia, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, denunciara ayer martes el “cinismo” y la “irresponsabilidad” del Gobierno de Italia en la gestión del caso. Salvini ha criticado al país galo y lo ha invitado a recibir a los 9 mil refugiados que hay en Italia, y que París se había comprometido a admitir.
El Gobierno español anunció el lunes que permitirá al Aquarius atracar en el puerto de Valencia, después de que Italia y Malta le negaran la entrada, una medida que fue criticada por la Organización de la Naciones Unidas (ONU), el Consejo de Europa, numerosas organizaciones no gubernamentales y países como Francia. Por otro lado, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el italiano Filippo Grandi, ha asegurado hoy que, como europeo, siente vergüenza por la forma en la que se ha gestionado la crisis del Aquarius.
Mientras tanto, hoy ha llegado a Catania, en Sicilia, un barco de la Guardia Costera italiana con 932 inmigrantes a bordo y dos cadáveres. En este caso, Italia no ha puesto dificultades, al tratarse de un barco de la Guardia Costera italiana. Mientras tanto, otra embarcación de una ONG alemana permanece frente a las costas libias, a la espera de autorización italiana para desembarcar en algún puerto. Salvini había advertido en las redes sociales a los responsables del barco de que se negaría a acoger a los inmigrantes que rescatase.
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